Por: Zunemig A. Pérez
Texto publicado en la revista: Arte de leer 2012
Quién podría
imaginar que la alegre y encantadora película dirigida por Chris Columbus y
protagonizada por Robin Williams: Mrs.
Doubtfire (1993), presentada en Latinoamérica bajo el nombre de: Papá por siempre, pudiese ser la adaptación
de algún libro infantil. La autora de
esta novela juvenil: Anne Fine, es
una profesora de origen ingles dedicada a escribir desde el año 1977, luego de
abandonar sus actividades en una organización dedicada a recaudar fondos en
contra del hambre en el mundo y dedicarse al cuidado de sus hijas. Su obra se
centra en el tema de las relaciones familiares, el niño y su espacio dentro de
la familia contemporánea.
La película ganadora
de varios premios llama la atención no sólo del público infantil y juvenil,
sino de los adultos que, por primera vez, contemplan en una cinta la figura de un padre al borde del fracaso,
vistiéndose de señora para no dejar de ver a sus hijos todos los días. Tanto en
el libro como en el largometraje se presenta el rol de padre como pieza
fundamental en la vida de los hijos, igual que el de la madre. Quizás valiéndose de
esta realidad familiar el director de la película Chris Columbus al comienzo
del film destaca un pequeño epilogo dirigido a los niños, hijos de padres
divorciados, que dice: “el que papá y
mamá ya no se quieran, no significa que no te quieran a ti”, bajo esta
premisa se concentra el drama de ambas obras. Más allá del film de moda, en
donde el dramatismo de las relaciones humanas se suceden como la base de todos
los acontecimientos, los protagonistas de Mrs.
Doubtfire muestran que muchas veces el divorcio en vez de convertirse en el
fin de la familia, se vuelve una realidad sustancial que en muchos casos, y
después de un período de resignación, constituye la llave hacía la paz y el
respeto de cada uno de sus miembros.
En una entrevista para
la revista Babar (2005) la autora del
libro señala: “tanto Sally Field como
Robin Williams son tan majos en la película que resulta imposible entender por
qué se están divorciando. Las películas no te lo dicen todo sobre los
personajes, sus motivaciones, sus relaciones… si pudieran nadie leería mas”.
La
manera en que se relacionan los padres en la novela esta descrita con más
crueldad, con más fuerza, tanto que a veces suele resultar amenazante.
Algunos podrán
afirmar que estos temas son muy complejos para un niño, y que los autores de
libros infantiles deberían abordar sólo temáticas lúdicas, sencillas, de fácil procesamiento.
La mente infantil entiende el variado universo que le rodea, y autores como Anne
Fine lo apuntan en sus libros con un estilo propio, acompañado de grandes dosis
de humor e inteligencia.
Muchas adaptaciones
de libros infantiles llevadas al cine, igual que todas las que se generan a
partir de la lectura de un texto literario, tienen una particular motivación:
El gusto por la obra, o la admiración ante un determinado autor. El caso de Mrs. Doubtfire no es la excepción, recuerda Anne, que en una oportunidad el
director le pregunto si había algo que pudieran hacer para lograr un buen
largometraje, “…y yo me sentí como en los
cuentos de hadas cuando dicen “padre, tráigame una rosa roja” y le dije: “por
favor, no hagas a los niños terriblemente malos”, y yo creo que eso es parte
del éxito de la película”. (Revista Babar 2005).
En el libro así como
en todos sus textos, los niños protagonistas de las historias leen, y en Mrs. Doubtfire se mantiene esta esencial
función, la relación entre los niños y su niñera se fortalece cada noche antes
de la despedida, con cada cuento. Cada historia los acerca al padre que ya no
vive en casa, los hace imaginar que bajo aquel cuerpo de abuelita una voz
varonil toma lugar para velar sus sueños, cuidarlos y amarlos, como lo haría
papá. La reciprocidad, entre lo escrito en la novela y lo que se deja ver en la
película, constituye la base para el éxito que ambas obtuvieron, tanto en el
ámbito cinematográfico, una nominación al Oscar y otra al Globo de Oro como mejor
comedia y mejor actor Robin Williams; así como en el ámbito editorial, con numerosas
traducciones en varios idiomas, otorgándole a su autora el reconocimiento y
prestigio internacional.
El final de la
novela y el de la película dan pie a múltiples lecturas, no se queda con la
visión de la reconciliación como cura para todos los males, al contrario
termina mostrando el respeto y la admiración que nace entre dos personas
después del divorcio, así como las
múltiples y posibles maneras que tenemos para relacionarnos con nuestros
afectos. Vale la pena leer el libro, porque como anteriormente decía la autora,
es más explicito, más intimo. La película es conmovedora, con un guión
exquisito, con interpretaciones pulcras, más que efectismo el personaje de Doubtfire
logra transmitir la naturaleza de un padre capaz de convertirse aparentemente
en otra persona por el sólo hecho de estar junto a sus hijos. Aunque las críticas se hayan basado en
aspectos moralmente irrelevantes como el travestismo, la trama supera todos los
dogmas y tradicionalismos presentes en algunas sociedades. Cuestiona aspectos
legales concernientes al régimen de visitas y patria potestad de los
hijos. Pero deja claro que muy a pesar
de las diferencias el amor hacia ellos es lo más importante, más allá de
cualquier sentencia. Por esta razón la madre tanto en la película como en el
libro cede su posición ante la conducta del padre y accede a que vea a sus
hijos todos los días. Un libro para
entender a nuestros hijos, una película para entender a los padres, la familia
como sustento de la vida, como savia que alimenta los más nobles y tiernos
sentimientos.
Título: Mrs. Doubtfire
Autor: Anne Fine
Editor: ALGAR EDITORIAL (21 de enero
de 2010)
Colección: Calcetín
Tapa blanda (reforzada): 192
páginas
10.000 ejemplares
Precio: 9 Euros